Cuando nos disponemos a amueblar una habitación, tenemos que pensar muy bien, antes de ponermos manos a la obra, qué es lo que queremos, cuál es nuetsro estilo, para no cansarnos al poco tiempo. Una vez que lo tengamos claro, lo siguiente será saber el espacio con el que contamos, para no recargar en exceso la estancia… Ahora ya podemos ponernos en marcha y elegir los muebles con los que vamos a amueblar el dormitorio.
Lo primero que debemos elegir es la cama, puesto que es el centro de la habitación, y en torno a lo que deben girar el resto de muebles. Si lo que quieres es un dormitorio romántico, una buena idea es elegir un cabecero tapizado en capitoné, un detalle muy femenino, que nos transporta a la Francia del siglo XVIII.
Si tenemos suficiente espacio, lo ideal es contar con una mesita de noche a cada lado de la cama, o si no es así, sólo una. Los modelos que hemos elegido, se caracterizan por la curvatura de sus patas, muy propio de la época indicada.
Otro mueble que nos puede ser de utilidad, y que nos dará un toque especial, es la descalzadora, acolchada, donde sentarnos a los pies de la cama, para vestirnos y calzarnos.
¿Qué te parece este dormitorio?
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